Castillo


Castillo de Ampudia



       De estilo gótico, el castillo se construyó entre los siglos XIII y XV. De planta cuadrada, el conjunto está almenado a ambos lados. En uno de los extremos se encuentra la torre del homenaje y en el otro se encontraba la torre de Malpique que desapareció a principios del siglo pasado.

       La puerta principal de la fortaleza mira al pueblo y en la fachada aparece el escudo del Duque de Lerma, valido de Felipe III. Él mismo fue quien lo mandó colocar y uno de los que habitó el castillo. Muchos fueron los nombres que dormitaron entre sus paredes como el de Juan de Alburquerque, la Casa Ducal de Alba o, más tarde con motivo de la Guerra de la Independencia, los franceses bajo el mando del mariscal de Bessieres.



       Tanto por fuera como en su interior el castillo no dejará de sorprender a cuantos se acerquen a visitarlo. Tan sólo acabar con la curiosidad de recorrer un castillo ya merece la pena. Después llegará la satisfacción de observar y tocar los muros de piedra que tanto llevan escuchado y disfrutar de una construcción civil que ha podido con el lastre de más de cinco siglos. Pero no acaba aquí. Sus paredes cobijan una de las colecciones arqueológicas y etnográficas privadas más importantes de la provincia, a la que contribuyó Eugenio Fontaneda, encargado de salvarlo de la ruina y último propietario de la fortaleza. Gracias a él se rescataron numerosas piezas que habían salido al extranjero y que ahora la familia exhibe orgullosa.

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